domingo, 4 de octubre de 2015

CEBOS: Tipos y presentación

Existen numerosos tipos de cebos con los que tentar a las distintas especies que habitan nuestras costas.
Se pueden dividir en dos clases: naturales y artificiales.
En este post, me centraré en los cebos naturales.
Dentro de los cebos naturales, podriamos diferenciar varias subclases.

ATÓCTONOS VIVOS

Para mi, el mejor cebo es el que podemos encontrar en el lugar donde vayamos a pescar, y del que se alimenten las especies que pretendamos pescar.
Quisquillas, pequeños peces, lapas, cangrejos, almejas, mejillones...todo es provar que les atrae mas a los peces de ese sitio en concreto.

AUTÓCTONOS MUERTOS

Todos los anteriores cebos que hemos mencionado, se pueden aprovechar despues de nuestras salidas, conjelandolo, pero es preferible, según cual, salarlo, como por ejemplo las quisquillas. Para conservarlas, es aconsejable extenderlas en un trapo mojado en agua de mar, con sal gorda por ambos lados, cobriendolas por completo. Doblamos el trapo, lo metemos en un taper, y conjelamos. Cuando las desconjelemos, tendran el mismo brillo y transparencia que cuando las cojimos.
Los pececillos, como gobios o babosas, los pondremos enteros en en taper, con una capa de sal gorda en el fondo, y una vez puestos en su cama de sal los cubrimos de sal gorda. Al desconjelarlos, tendran el mismo brillo, y atraeran a los depredadores.
Lo mejor, como no, sería conservarlos vivos en una pecera con agua de mar y con un oxigenador, pero como eso no siempre es posible, estas son formas de conservarlos lo mas fresco posible. Los mejillones y cangrejos, pueden sobrevivir varios dias en la nevera, en algas a ser posible, pero igualmente se pueden congelar.

CEBOS "UNIVERSALES" VIVOS

Las gusanas son un buen ejemplo de cebo vivo universal. Lo llamo universal puesto que se pueden encontrar en multitud de paises exportado por las mismas empresas.
Coreanas, guanamino, americana, de tubo, tita....existen multitud de tipos de gusanas que se venden en tiendas especializadas o por internet. Muchas de ellas son muy efectivas, como la TITA, que puede atraer grandes Doradas, Lubinas, Sargos....
Su precio, por el contrario, supone un coste a nuestro bolsillo si salimos a menudo de pesca.

UNIVERSALES MUERTOS

Entre estos, podemos encontrar cebos deshidratados, como gusanas, quisquillas, calamares....que una vez entran en contacto con el agua, se rehidratan y adquieren las propiedades normales de brillo, olor, textura, sabor...No puedo opinar sobre su efectividad, puesto que aún no he probado este tipo de cebos, pero mas adelante, probare todos los tipos de cebo que pueda, para valorar su efectividad y comentarlo en un post dedicado a ese tema.
Tambien podemos encontrar cebos congelados que muchas veces, no estan destinados para la pesca sino para el consumo humano. Calamares, mejillones, pota...todos estos cebos podemos encontrarlos en cualquier supermercado o tienda de ultramarinos. Lo malo de estos cebos es que suelen estar previamente lavados con agua dulce, lo que anula en gran parte su atractivo olor y brillo. Pero eso no significa que no se pesque, y lo digo por experiencia, pues con tiras de pota lavada y conjelada, tengo sacadas alguna lubina y mojarra. Es un cebo para mi gusto, de emergencia.
Los cebos frescos, son sin duda uno de los mejores, aparte de los vivos, puesto que conservan todo su frescor. Núnca aclarar ni limpiar los cebos con agua dulce. Aqui encontramos, sardinas, anchoas, calamares, chopitos, potas...estos cebos conservan todo su olor sabor y color, por lo que atraeran a nuestras presas hasta nuestro anzuelo. Aunque cebos como la sardina o la anchoa, es mejor salarlas 24 horas antes para que se endurezcan y tengan consistencia a la hora del lance. Su preparación, es la siguiente:
Le sacamos ambos lomos. Una vez echo esto, extendemos una capa de sal gorda en un taper o recipiente.
Ponemos a continuación los filetes, bien extedidos, con la piel hacia arriba, formando una capa encima de la cama de sal. Luego, extenderemos otra capa de sal que cubra los filetes por completo, y podemos repetir la operación, alternando capas de sal y filetes. Una vez  terminado este proceso, cerraremos el taper y lo mrteremos al congelador 24 horas. Esto le resta lo minimo de frescura, dotando a la sardina o anchoa de una dureza, adecuada para poder anzuelarla y lanzarla sin temor a que se desmigue y se rompa al tocar el agua o antes incluso.

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